El año que termina fue intenso, durante su transcurso se afirmaron las nuevas tendencias del inquietante siglo 21 que vinieron para quedarse.
Aunque no todo fue historiable, vale la pena repasar cuáles eventos, dada su trascendencia, podrían superar el filtro del olvido y formar parte de la memoria histórica. Lo que sigue es, simplemente, una selección de hechos relevantes, a manera de balance del año que pasó.
Mundo La guerra comercial desatada entre EE.UU. y China concita tanto interés como preocupación en el resto de los países. El conflicto entre los dos gigantes del nuevo orden mundial encierra alto impacto global y bien puede, según cómo evolucione, acarrear consecuencias no deseadas.
Europa no quedó al margen del jaleo global. Los nuevos fenómenos, como el aluvión inmigratorio y el final del Estado de bienestar, produjeron ruidosos efectos políticos y sociales en varios países. Las imágenes de los “chalecos amarillos” protestando airadamente en París contra las políticas de ajuste del gobierno de Emmanuel Macron o el festejo de los derechistas españoles por haber logrado ingresar al parlamento andaluz, son algunas muestras del nuevo clima que se expande por la vieja Europa.
El asesinato del periodista Jamal Khashoggi en Arabia Saudita mereció la condena internacional, en tanto que el Me Too —el hashtag surgido en 2017 para denunciar casos de abuso sexual— siguió expandiéndose en todo el orbe.
Región El sonado Lava Jato que dio visibilidad a la corrupción en Brasil, como era previsible, desembarcó en la política doméstica de aquel país, provocando cambios profundos. La llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia es el efecto más notorio, un evento que seguramente marcará un punto de inflexión en la historia contemporánea del país vecino.
Otro registro relevante sigue siendo la situación de Venezuela, asolada por la dictadura de Nicolás Maduro, y la persistencia del éxodo de cuatro millones de venezolanos que buscaron refugio en otros países de la región, creando a su vez potenciales focos de conflictos.
Argentina La noticia más dolorosa de este año fue el hallazgo del submarino ARA San Juan, desaparecido el 15 de noviembre de 2017 con 44 tripulantes a bordo. La tragedia que enlutó al país permanecerá indeleble en la memoria colectiva.
En un año sin elecciones, los hechos más trascendentes se desplegaron en planos ajenos a la política aunque, igualmente, tuvieron fuertes efectos sobre la misma.
Las derivaciones de la judicialización de los llamados “cuadernos de la corrupción” fue la saga político-judicial seguida con mayor atención por los argentinos. La novedad fue que, por primera vez, las esquirlas alcanzaron a poderosos empresarios, además de los funcionarios señalados por la prodigiosa pluma del chofer denunciante.
Sin dudas, la agenda económica concitó las mayores inquietudes de los argentinos. La devaluación iniciada en abril disparó un proceso de alza de precios, tarifazos y recesión que dejará como saldo una inflación cercana al 50 por ciento —la más alta desde 1991—, una caída significativa del PBI y aumento de la pobreza, entre otros daños colaterales. En ese marco, se firmó un nuevo tratado con el Fondo Monetario Internacional, retornando una práctica dejada de lado una década atrás.
La reunión del G20 y el consiguiente desembargo de líderes mundiales en Buenos Aires, fortaleció la reinserción internacional de la Argentina; una buena noticia aun cuando se está lejos de los estándares que requiere la pertenencia a ese calificado club de naciones.
El recrudecimiento de la violencia de género instaló el tema en lo alto de la agenda pública. La multiplicación de denuncias recalentó el debate por la igualdad de derechos y contra el vapuleado patriarcado. También deben mencionarse las repercusiones del trámite parlamentario de la ley de despenalización del aborto. Los pañuelos verdes y celestes poblaron las calles de las principales ciudades del país; un debate público que seguramente tendrá nuevos capítulos, lo mismo que el referido al controvertido protocolo de “mano dura”.
Aunque luzca banal ante todo lo anterior, no puede pasarse por alto un hecho inédito en los anales del fútbol argentino: un Boca-Ríver jugado en Madrid, algo que puede parecer jocoso si se dejan de lado las patéticas razones por las que se trasladó el clásico a tierra española.
Córdoba El luctuoso accidente que, el 15 de septiembre, costó la vida a José Manuel de la Sota tuvo un alto impacto político y social en la provincia. La trayectoria de quien fuera tres veces gobernador de la provincia de Córdoba y figura nacional del peronismo quedó trunca cuando se hallaba en la plenitud de sus posibilidades.
Hubo otros decesos, entre ellos el del genocida Luciano Benjamín Menéndez, acaecido el 27 de febrero, quien se llevó a la tumba secretos que podrían develar la suerte de miles de ciudadanos víctimas del terrorismo de Estado.
El tiroteo en Nueva Córdoba del 16 de febrero —en curso de investigación— fue otro suceso que desnudó una vez más complicidades policiales con la delincuencia.
En síntesis, 2018 fue un año que probablemente no quede marcado como un hito sobresaliente de la historia reciente. Sin embargo, aquí y en muchas partes, fue pródigo en acontecimientos que no pasarán al olvido rápidamente.
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